martes, 6 de noviembre de 2012

diversidad en puebla


 •Realiza la Escuela de Biología de la BUAP investigaciones sobre la riqueza natural de Puebla.

Puebla, es uno de los estados del país, que posee una importante riqueza natural que es necesario identificar y proteger, de la misma forma que se tiene que hacer en todos los rincones del mundo. Se puede ver una gran variedad de aves, plantas, mamíferos y otros que forman parte de la biodiversidad, que permite al ser humano comer, curarse, habitar, estudiar, trabajar y hasta pasear.

Para fomentar una conciencia sobre la importancia de la diversidad biológica en el estado de Puebla, la Escuela de Biología de la BUAP, centra parte de su actividad en el estudio de la riqueza natural de la región, afirmó el doctor Jorge Alejandro Cebada Ruiz, director de esta unidad académica.

Una muestra, dijo, son los proyectos de investigación que se desarrollan en diversas zonas de la entidad, cuyos resultados han quedado plasmados en diferentes libros.

Riqueza natural


Una muestra, explicó el doctor en Biología, es que a través de estos estudios en Puebla se han “identificado 215 especies de mamíferos, de las 530 que existen en el país; además, la entidad poblana posee el 55 por ciento de especies de aves, es decir, 595 de las 1076 registradas en el país.

Por otra parte, explicó el Doctor Cebada Ruiz, a lo largo del estado se encuentran 247 especies de hepertofauna, de las 1165 identificadas en México, lo que equivale al 21 por ciento”; Puebla, además, ocupa el quinto lugar nacional en especies de artrópodos con 503, se pueden encontrar 24 taxones, y es una de las entidades más representativas en especies de cactáceas.

Cabe mencionar que el estado alberga especies endémicas, como:

•Cuatro peces: Poblana alchichica, Poblana ferdebueni, Poblana letholepis y Poblana squata.

•5 anfibios: Crausgator galacticorhinus, Lithobates chichicuautla y Lithobates pueblae, el ajolote ambystoma tailori y la salamandra Pseudoeurycea quetzalanensis.

•6 reptiles: 3 lagartijas, 2 culebras y un coralillo.

•2 mamíferos: la ardilla Spermophilus perotensis (Puebla-Veracruz), y el ratón Peromiscus mekisturus.

Puebla con una de las reservas ecológicas más grandes.


Asimismo es importante resaltar que la reserva de la biósfera Tehuacán-Cuicatlán, es una de las zonas más grandes de México que se encuentran en esta categoría; cuenta con una superficie de 490,186 hectáreas, abarcando parte de los estados de Puebla y Oaxaca, siendo así, la segunda reserva más grande del país.

“Fisiográficamente, forma parte del área denominada Sierra Madre del Sur, involucrando los valles de Cuicatlán, Huajuapan, Tehuacán y Zapotitlán. Esta amplia área contempla un rango altitudinal entre los 1500 y 2400 metros sobre el nivel del mar”, afirmó Cebada Ruíz.

Lo anterior fortalece la presencia de diferentes comunidades vegetales, desde los matorrales xerófilos hasta los bosques de clima templado; en esta zona hay además importantes yacimientos fosilíferos, así como vestigios arqueológicos y la extracción de sal, una de las actividades que hasta la fecha se siguen practicando.

“La Escuela de Biología de la BUAP tiene investigadores que participan en la generación de información estrechamente relacionada con la biodiversidad, así como proyectos multidisciplinarios en los que se establece el trabajo conjunto de la Institución con comunidades de alta marginación.”

Un ejemplo es la mixteca poblana, en donde se encuentra gente muy comprometida con la conservación de los ecosistemas que habitan y la generación de planes sustentables para proteger la riqueza.

México, un país Megadiverso



México se caracteriza por tener una gran variedad de tipos de vegetación, “por lo que se considera como uno de los 12 países Megadiversos del mundo y el de mayor diversidad biológica de América Latina y el Caribe”.

A lo largo del territorio mexicano están presentes los 5 tipos de ecosistemas; 9 de los 11 tipos de hábitats, y 51 de las 191 ecorregiones identificadas en el mundo; “a su vez, los bosques, selvas y otras áreas con vegetación natural, ocupan 141.7 millones de hectáreas que son aproximadamente 72 por ciento del territorio nacional“.

“De esta superficie, 56 millones de hectáreas se componen de bosques y selvas, de las cuales 32.5 millones están ocupadas por formaciones cerradas y 22.9 millones por zonas abiertas. Los bosques de coníferas ascienden en número a 21 millones de hectáreas, las latifoliadas a 9.5 y los mesófilos a 1.4 millones de hectáreas”.

“Las selvas, por otra parte se conforman de vegetación del trópico húmedo y seco; la del trópico húmedo incluye selvas altas y medianas, y ocupa aproximadamente 14.1 millones de hectáreas; sólo por mencionar algunos ejemplos de biodiversidad en la República Mexicana”.

Sin embargo, cerca de la tercera parte del país está ocupada por las llamadas Zonas Antrópicas -o habitadas por el hombre-, lo que ha provocado la rápida desaparición de la cubierta vegetal natural”, expuso el biólogo.

Grave pérdida en la Biodiversidad


“La Diversidad Biológica o Biodiversidad engloba tres niveles: las especies, sus diferentes poblaciones -involucrando el componente genético- y los ambientes donde éstas viven. En este sentido, todos los organismos no sólo son importantes sino fundamentales para entender los cambios que se generan en el medio ambiente y que repercuten en nuestra vida”.

El problema dijo, es que a veces nos enfocamos sólo a una especie, sin darnos cuenta de que un organismo no es único ni independiente, sino que interactúa con muchos otros que puede ser de su competencia, alimento o depredador; “eso implica que son primordiales para poder identificar o entender lo que está sucediendo con los ecosistemas”.

El número de especies que pueblan la Tierra es enorme, “hasta la fecha se han descrito cerca de 1,7 millones de especies, sin embargo esta biodiversidad se ha reducido por las actividades humanas, a tal grado que en la actualidad cerca de 6 mil especies están consideradas en peligro de extinción, debido a la destrucción o delimitación de su hábitat”.

2010: Año Internacional de la Diversidad Biológica

El 19 de diciembre de 1994 en Nassau, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente y Desarrollo, declaró el 29 de diciembre como Día Internacional de la Diversidad Biológica; más tarde el 20 de diciembre del año 2000, la ONU cambió dicha fecha al 22 de mayo, misma que coincide con la aprobación del Convenio sobre Diversidad Biológica.

A lo anterior siguió el compromiso de conseguir, para la primera década del siglo XXI, una reducción importante en la pérdida de la diversidad biológica en el año 2002, compromiso que se reiteró en la Cumbre Mundial del 2005.
Finalmente en una nueva muestra de apoyo a esta causa, la Comunidad Internacional decidió que se declarase el 2010 como Año Internacional de la Diversidad Biológica.

El doctor Cebada Ruíz, recordó al respecto que “la finalidad de estas conmemoraciones reside en trabajar acciones necesarias y prioritarias que permitan asegurar la preservación de los sistemas ecológicos y las especies que éstos albergan”.

“Por eso en este año tenemos que valorar y cuidar la riqueza y la variedad de vida en la Tierra, misma que hace posible que tengamos servicios indispensables como agua potable, alimentos y medicamentos, entre otros, y que ayudan a nuestra propia supervivencia”